Cuando decidimos abrir una botella que llevamos años guardando, seguro que es para celebrar un momento muy especial. Algunos, incluso, tenemos la manía de guardar vino para ocasiones especialmente importantes, que han de ocurrir en el futuro, la jubilación, la liga, el mundial (“2018”), etc.… Llegado el momento, podemos encontrarnos que la botella tiene sedimentos (posiblemente en botellas con más de ocho años de almacenaje). Pero esto no significa que el vino se haya estropeado. Estos sedimentos son algo natural, además de beneficiosos, ya que son señal de que el vino es de gran calidad. Estas sustancias sólidas son taninos y otras materias naturales que por la evolución del vino han dejado de ser solubles. Por lo que no pasa nada si las bebes, lo que ocurre es que sí pueden dar un sabor amargo y estropear la degustación que tantos años llevabas esperando.
Por ello es recomendable decantar este tipo vinos antes de beber. Además es la forma en la que conseguimos que el vino se oxigene y evolucione rápidamente, para así, abrir más sus aromas.
Cómo decantar vino
Decantar significa separar una mezcla pasando un líquido de un recipiente a otro. Eso mismo es lo que debemos hacer, pasar el vino de la botella al decantador. Lo mejor es inclinar el decantador para que el vino fluya por los laterales del decantador y así evitamos el exceso de burbujas. Hay que tener cuidado para conseguir que los sedimentos no pasen al decantador. Intenta tener un foco de luz detrás de la botella, que te permita ver con claridad cuando los sedimentos esta cerca del cuello de la botella.
Una vez hayas traspasado todo el vino al decantador, debes consumirlo en las horas siguientes. A partir de ese momento el vino se oxigena muy rápido y va perdiendo alcohol y aromas.
Puedes decantar tanto vinos jóvenes como maduros para hacer que se oxigenen, pero posiblemente, necesiten distintos métodos para ello.
Por un lado puedes elegir un decantador con cuello estrecho y base amplia para los jóvenes, que te dará una evolución más rápida, muchas veces necesaria.
Para los maduros, puedes utilizar un decantador de cuello largo y base estrecha, que hará que se oxigene más lentamente.
Otra manera de hacer evolucionar un vino a través de su oxigenación, es abrirlo una hora antes de servirlo, lo que se llama, “dejar que el vino respire”.
Por último, NO ES CONVENIENTE LAVAR EL DECANTADOR CON JABÓN, podrías encontrarte con aromas que enmascaran el propio aroma del vino y perder parte del encanto de decantar un vino.
Puedes hacerlo simplemente con agua o con una mezcla de agua mineral, hielo picado y sal gruesa.
Ahora ya sabes todo lo necesario para decantar vino.
Espero que te haya sido de utilidad.