Bodegas Vicente Gandía celebra el 50 aniversario de Castillo de Liria, la primera marca de los vinos valencianos
Desde sus inicios en 1885, la actividad de Bodegas Vicente Gandía se centraba en la elaboración y comercialización de vinos a granel que exportaba a diferentes partes del mundo. En aquella época, el método de envejecer y tratar el vino para su transporte les diferenciaba del resto de bodegas. Las barricas procedían de un pequeño bosque de Missouri. El secado de la madera, el tostado de la barrica y su conservación eran especialmente cuidadas para que el vino estuviera en un perfecto estado durante su transporte, con lo que seducían a sus clientes.
Pero todo cambió allá por el año 1971 cuando D. José María Gandía Perales quiso dar un paso más allá y tuvo la brillante idea de producir vino embotellado y con marca para ofrecer un mayor valor añadido a sus clientes. Para ello tuvo que convencer a su padre D. José María Gandía Ferri quien en aquel momento no estaba muy por la labor y le decía a su hijo “Estás loco José, estás loco».
En aquel momento, bodegas Vicente Gandía estaba ubicada en la Calle Maderas junto al Puerto de Valencia y tenía además un pequeño centro de elaboración en la ciudad de Liria junto a los viñedos de donde procedían las uvas con las que elaboraban sus vinos. En esa bodega compraban uva, elaboraban vino y lo llevaban al Grao para exportarlo.
El nombre del vino que se pretendía embotellar fue obra de D. José María Gandía Perales quien decidió llamarlo Castillo de Liria pensando en los afamados vinos franceses que casi siempre utilizan la palabra “Château” que significa castillo en francés, ubicando el mismo en la ciudad de Liria que era el lugar de origen de estos vinos. Liria está ubicada en la comarca de Camp de Túria en el corazón de la Denominación de Origen Protegida Valencia, concretamente en la subzona denominada “Valentino” cuyo nombre procede de «Valentia Edetanorum» la forma romana de denominar a València.
El diseño original de la etiqueta también fue obra de D. José María Gandía Perales quien pensó en ilustrar un castillo con un viñedo a sus pies, al más puro estilo de los grandes vinos franceses.
Jose María cuenta que “La primera cosecha fueron unas 500 cajitas. Enseguida cogí unas botellas y me fui a venderlo al jefe de compras de Superette, un señor, que para mí era muy mayor, porque yo tenía veintitantos años y el 50. “Mira xiquet -me dijo-, dedícate a vender neveras o lavadoras que vendiendo vino no tienes nada que hacer. No entendía que el vino de Valencia se embotellara y se vendiera. Salí arrastrándome, con la moral por los suelos.”
Al cabo de los meses, Don José María se encontró con la sorpresa de que a través de un intermediario habían conseguido entrar en esta cadena y ahí empezó poco a poco a coger fuerza en el mercado. Al final la historia tuvo un final feliz y 50 años después Castillo de Liria es la marca que más botellas de vino ha vendido de la Denominación de Origen Protegida Valencia y con su presencia internacional en más de 60 países, probablemente sea una de las marcas de vino español más reconocidas en todo el mundo.
Castillo de Liria, fue un hito en aquel momento. Fue la marca que revolucionó el vino valenciano, un cambio de paradigma dentro del sector. Gracias a esto, se impulsó y se consiguió dar valor a los vinos valencianos en general, prueba de ello es que cada día esta DOP está mejor posicionada y goza de mejor prestigio a nivel internacional.
¡Larga vida a Castillo de Liria!