El vino debe servirse a la temperatura adecuada indistintamente de la época del año. Ya no es válida aquella antigua creencia sobre que la temperatura del vino tinto ha de ser la de ambiente o chambré.
Esta costumbre viene del siglo XVII, cuando existían unas habitaciones (chambres) donde se dejaba coger temperatura al vino antes de servir. El vino se conservaba en bodegas subterráneas o cavas que se encontraban entre 12 – 15º C. Las botellas se sacaban unas horas antes de ser abiertas y se dejaban reposar buscando que alcanzasen la temperatura óptima de 18ºC, más o menos, la habitual en los hogares de la época.
Hoy en día la temperatura de confort en nuestras casas se sitúa entre 20-21ºC y gracias a la tecnología que tenemos actualmente podemos mantenerla durante todo el año con escasas variaciones. Por ello no podemos dar por válida esta afirmación tan ambigua que puede conducir a equivocación. Lo correcto es servir cada tipo de vino a su correcta temperatura.
Para que no tengas ninguna duda y puedas servir vino a tus invitados en las mejores condiciones, aquí tienes las temperaturas óptimas recomendadas:
Vino tinto:
- VINO TINTO JOVEN: 12-15 º C. Esta temperatura realza sus matices florales.
- VINO TINTO CRIANZA- RESERVA: 16-18 º C
- VINO TINTO GRAN RESERVA: 20 º C. En verano es conveniente servirlo a 18 º C, ya que durante la comida tiende a calentarse.
Vino blanco:
- VINO JOVEN BLANCO SECO: 7º – 10 º C, una temperatura más alta hace resaltar el alcohol demasiado y una temperatura menor destaca la acidez.
- VINO BLANCO DULCE: 6º – 7º C es la temperatura ideal para degustar su sabor dulce y su carácter frutal.
- VINO BLANCO CRIANZA: 10 -12ºC, si se enfría demasiado perdemos sus aromas a roble.
- VINO BLANCO GENEROSOS: (manzanillas y finos) 7 – 10 ºC.
Vino rosado:
- debe servirse a una temperatura entre 6 – 8 ºC
Cava y Champagne:
- es aconsejable servirlos entre 5 – 7 º C
Existen muchas tendencias sobre qué temperatura debe tener el vino a la hora de ser consumido. Ajustar los grados al tipo de uva predominante, según taninos, etc… Pero si no quieres complicarte la vida, basta con seguir estas recomendaciones y poco a poco adaptarlas a tu propio gusto y criterio.
¿Por qué es importante la temperatura del vino?
Realmente puede hacer que cambie nuestra percepción de un vino. Afecta al aroma y al gusto haciendo resaltar unos matices sobre otros:
Afecta al aroma:
A mayor temperatura, los aromas son más intensos y diversos pero una temperatura excesiva hace que se aprecien demasiado las esencias ardientes y alcohólicas, predominando sobre le resto. Por el contrario si la temperatura es baja se obtienen menos aromas y con menor intensidad.
Afecta al gusto:
Al subir la temperatura se potencia la sensación de dulzor y de alcohol, por eso los vinos dulces deben servirse fríos. También aumenta la acidez.
Por el contrario un exceso de frío hace que se refuerce el sabor salado, amargo y la astringencia. Por eso no se recomienda servir los vinos tintos con crianza por debajo de los 16º C. Los taninos también se aprecian con mayor intensidad al bajar la temperatura y hace que junto con la acidez aumente la dureza de los tintos con madera.
Afecta la efervescencia:
Los vinos espumosos deben servirse fríos manteniendo la temperatura durante el transcurso de la comida (es recomendable usar una cubitera para ello) ya que el gas carbónico tiende a expandirse con el calor hasta ser liberado, perdiendo efervescencia.
¿Qué debo tener en cuenta?
- Los cambios bruscos de temperatura no son buenos para ningún vino.
- No es recomendable utilizar el congelador para enfriar rápidamente un vino.
- Por debajo de 5º C el vino pierde muchos matices.
- Una buena opción para conseguir la temperatura ideal es una cubitera con unos pocos cubitos de hielo (por ejemplo para los tintos).
- Vino Blanco, Rosado y Cava deben estar en la nevera 5 horas antes de ser servidos.
- Es aconsejable mantenerlos en una cubitera durante la comida. (1/3 de hielo por 2/3 de agua).
Un consejo: si quieres hacer que un vino se enfríe más rápido en la cubitera, añade un poco de sal gorda al agua.
Sé que a veces es complicado recordar todo esto, por eso te dejo un archivo para descargar, así lo podrás tener siempre a mano, en tu móvil, con imanes en la nevera o compartirlo con amigos.