Descubre la importancia del actual estado fenológico de nuestras viñas.
Si os habéis paseado en las últimas semanas por alguna zona vitivinícola de nuestra latitud, seguro que a muchos os sugiere un paisaje triste, desolado, con las viñas completamente desiertas. Un paisaje melancólico alejado de cualquier esplendor veraniego.
Pero… ¡No te dejes engañar! Estamos ante uno de los momentos clave del ciclo de la vid. Hoy te contamos la realidad que se esconde detrás de este paisaje tan bucólico.
Un poco de viticultura
La viña es una planta de hoja caduca. Cuando acaba su ciclo tras la vendimia, pierde paulatinamente la foliación mostrándose tal y como podemos verlas ahora.
En viticultura, esto supone que la planta está viviendo uno de los momentos más importantes de su ciclo: la parada vegetativa. También conocido como reposo invernal, o cero vegetativo, es un momento clave: ante el descenso de las temperaturas, la savia deja de circular a través de la vid, ralentiza la absorción de nutrientes desde las raíces y cesa su actividad. La planta se limita a descansar y a prepararse para el nuevo ciclo.
En esta época, el viticultor realiza la poda de invierno, que supone la eliminación de los sarmientos no deseados para formar una producción limitada y de calidad de cara a la nueva cosecha. Digamos, que la diseña y la orienta al objetivo que se pretenda conseguir.
El papel beneficioso de la nieve
La nieve juega un papel fundamental durante esta etapa, ya que ayuda a preservar la reserva hídrica de la planta. Al caer poco a poco, se filtra incluso mejor que la lluvia en las capas profundas del suelo.
Además, produce un efecto antiséptico en las viñas, desinfectando la madera de la vid ante la posible presencia de insectos u hongos.
También cicatriza las heridas provocadas durante la poda de invierno. La nieve ayuda a evitar que, a través de esas heridas causadas por las tijeras de poda, entren plagas que puedan causar futuras enfermedades a la planta y comprometer así la cosecha.
El papel del frío durante esta etapa
Las bajas temperaturas retrasan la brotación temprana. Y de esta manera, evitamos que las heladas primaverales puedan dañar los nuevos brotes y estropear la cosecha.
Si quieres ver de cerca nuestras viñas, ahora que ya conoces en qué estado se encuentran, te invitamos a que te acerques hasta nuestra Finca Hoya de Cadenas, enclavada en el parque natural de la Sierra Bicuerca, en Las Cuevas, Valencia.
Nuestros compañeros de enoturismo os esperan para contaros nuestra historia. Os acompañarán por nuestras viñas en un divertido paseo en tren y junto a ellos descubriréis un entorno único de naturaleza, arte y buenos vinos.
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Artículo escrito por:
Brenda Melero,
Brand Ambassador