Cambian las temperaturas y nuestros hábitos alimenticios cambian y nos apetece disfrutar de platos más calientes o de cuchara. Es momento de disfrutar de productos de temporada como son la calabaza, las setas, las castañas, la trufa o los guisos y por supuesto se pueden maridar con maravillosos vinos para poder encontrar una armonía más que perfecta.
¿Cómo podemos maridar estos alimentos?
La temporada de las setas ya está aquí. Hay que tener en cuenta que cada tipo de seta tiene un sabor, textura y aroma diferente. Este dato es importante para tener en cuenta qué vino maridaría mejor para así poder conseguir un equilibrio de sabores y que un sabor no eclipse al otro.
Por lo tanto, evitaremos los vinos dulces y los vinos muy intensos (como los reserva o los gran reserva) para poder conseguir este equilibrio. Sin embargo, si degustamos una trufa o un plato que lleve trufa, el perfecto acompañante será un vino potente y con mucho cuerpo como puede ser Ceremonia Reserva. Un vino que en boca nos desvela vigorosidad, amplitud y equilibrio.
Un plato estrella de la temporada de otoño es la crema castañas o la crema de calabaza. Ambos platos combinarían bien con un vino blanco, nosotros apostaríamos por Vicente Gandia Bobal Blanco by Pepe Hidalgo. Un blanc de Noirs que en boca presenta una acidez integrada, refrescante y con un final largo.
En el caso de los guisos, estofados o cualquier otro plato de cuchara que apetece más en esta época del año, es importante tener en cuenta que son mucho más contundentes y con un sabor más potente por lo que hay que acompañarlo con un vino con más personalidad. En este caso, estamos seguros que no fallaríamos con un Ceramic Monastrell. Un vino tinto que en boca es amplio, robusto, de tanino dulce y con una elegante acidez. Además su recuerdo en boca es duradero.
